BREVE GUÍA DEL SENDERISTA RESPONSABLE
En este mundo en que nos
envuelven las tecnologías para todo, no siempre necesarias; en
que somos presos de las
necesidades creadas por el mercado, la publicidad y el marketing
para engordar a los Midas
del mundo; en que fatalmente somos dirigidos a contribuir al
deterioro de la
naturaleza, muchos equilibrios internos y externos se rompen. Y con
ello, y
con un trabajo diario
muchas veces generador de insatisfacciones y frustraciones, se
acumula mucho estrés en
nuestras vidas.
Vivimos prisioneros en
las propias mazmorras mentales de las que nosotros somos los
mismos creadores y los
guardianes inconscientes. Algo auténtico nos hace falta para
restablecer el equilibrio
perdido y recargar las energías.
Simplemente hacer algo
físico y sencillo nos alivia de ese peso y contribuye a nuestra
salud.
Caminar, caminar, caminar
y respirar. Caminar respirando. Abrir nuestras mentes, eso es lo
que nos hace el andar
sueltos por senderos en la naturaleza.
Sólo tenemos que ajustar
la respiración de un modo natural a lo que requiere el camino
elegido y mantener
encendida la llama de la atención en lo que hacemos y vivimos en ese
momento. Gozar de la
caminata debe ser el principal objetivo. Disfrutar sin prisas del
paisaje y tener todos los
sentidos en lo que nos rodea.
El senderismo se está
convirtiendo en una actividad física muy importante para muchas
personas. Sin olvidarnos
de los beneficios psicológicos que también los tiene y que son
inseparables de su
práctica e igual de importantes.
Hay muchas maneras y
momentos de estar en el sendero, de estar en el camino, como
sucede en la vida. Esas
maneras se entremezclan y yuxtaponen en la misma persona y en
en el mismo recorrido.
Hay momentos para
entregarnos plenamente al camino. El camino nos subyuga y nos
envuelve. Pone en alerta
sin esfuerzo todos nuestros sentidos. Gozamos felizmente sin
darnos cuenta. Nos
olvidamos por momentos de nosotros mismos.
En otras ocasiones, es la
simple actividad física la que ocupa nuestra conciencia. Notamos
el esfuerzo en nuestros
músculos y en la respiración, la dificultad o la sencillez del
recorrido.
Otras veces, pueden ser
las dificultades de muestra vida las que nos hagan recorrer parte
del camino sin darnos
cuenta. En esos momentos somos arrebatados del sendero y
llevados a otros lugares
por nuestros pensamientos.
Si el pensamiento nos
aleja de la ruta, siempre hay que volver a ella. Y de todos modos,
siempre nos quedará
disfrutar de la compañía de viejos y nuevos amigos, de iniciar una
improvisada conversación.
Compartir cosas elementales y sencillas en el camino airea
nuestro ser y nos liga
con los demás.
Una buena manera de
empezar a salir a los senderos es hacerlo con un club, que ofrece
actividades organizadas,
con itinerarios planificados, y coordinadas y dirigidas por gente
experimentada.
En cualquier caso, hay en
cada persona y lugar muchos modos y momentos de practicar
está actividad que
siempre se verá enriquecida con otras aportaciones.
Al camino se suman otras
cosas, como el interés por hacer turismo, probar la gastronomía,
conocer la historia, la
etnografía y la antropología escondidas en tan diversos lugares.
Para practicar el
senderismo con garantías para el medio ambiente y para nosotros, hay
unas pautas o razones que
tenemos que interiorizar y cultivar aprovechando la actividad.
Tenemos que desarrollar
una práctica integrada y respetuosa, pues nosotros también
somos parte del camino y
del paisaje. Desde el Club senderista Puerto del viento
proponemos las
siguientes:
1. Practicar senderismo
es una oportunidad no sólo para desintoxicarse y gozar, sino
también para aprender
muchas cosas. Antes de salir es imprescindible planificar lo que
se va a hacer y estar
informado de las características de la ruta para no llevarse
sorpresas.
Hay que conocer la
longitud, las dificultades y desniveles que presenta para saber si es
la
ruta adecuada para uno.
También es importante
tener en cuenta el tiempo que se va a tardar en recorrerla y la
previsión meteorológica
para ese día, con la finalidad de adoptar las medidas pertinentes
relacionadas con ropa,
calzado, alimento, etc. Una cosa interesante en cada ruta, porque
aumenta el interés por
hacerla, es plantearse qué lugares, sitios o hitos de especial
interés
posee: cascadas,
miradores, ruinas, grutas, ...
2. Hay que evitar
contaminar el paisaje dejando cosas que no son de él. Los espacios
naturales son lugares
sagrados en que están en armonía la tierra y el cielo. Nada de
basura, ni siquiera
restos de nuestra comida, aunque consideremos que pueden ser
nutrientes, pues no son
de allí y no hacen falta en ese ecosistema. Nada de hacer fuego, ni
de hacer acampadas, salvo
en los lugares reservados y autorizados para ello.
No dejar ninguna señal
de nuestro paso y evitar cualquier deterioro del medio es lo mejor,
teniendo en cuenta la
cantidad de personas que nos movemos por los senderos.
3. Respetar el medio
natural. Seguir las rutas estipuladas (muchas están señalizadas),
evitando abrir nuevos
caminos para acortar terreno, pues genera deterioro. Hay que cerrar
verjas y cercas ya que
están colocadas con una finalidad. Evita usar vehículos por las
pistas
y caminos, los ruidos,
colores y olores impropios también son contaminantes.
Hemos de respetar a los
animales y plantas del entorno y no cortar ramas ni flores.
Tampoco se deben
recolectar frutos (naranjas, granadas, membrillos, almendras, …) de
los
que encontramos por los
caminos, pues tienen dueño; y al hacerlo dejamos nuestro sello
depredador y creamos en
el perjudicado actitudes contrarias al paso de senderistas. No
arrojar objetos ni
sustancias en los cursos de agua, ni en los manantiales y fuentes.
Pensemos en qué pasaría
si lo hiciéramos todos. La vida es muy frágil y hay que protegerla.
4. Una cosa muy
importante en la práctica del senderismo es el equipo. Hay que
utilizar
una ropa cómoda para el
movimiento y ajustada a la estación del año y un calzado
adecuado para moverse por
el campo. Existen tiendas de ropa específica para lo
diferentes deportes, que
no vitiene por qué ser cara y que se ajusta a sus necesidades.
Otros enseres necesarios
son una mochila, una gorra, pañuelos de papel y uno o dos
bastones de senderismo.
Si se quiere, cámara de foto para inmortalizar momentos.
Es indispensable algo de
alimento en función del tiempo que vamos a estar fuera:
bocadillos, frutos secos,
barritas energéticas o chocolate y algo de fruta. El agua es algo
que no puede faltar a un
senderista para evitar deshidratarse. Por último, es imprescindible
llevar un botiquín
básico tanto si vas en grupo, como si vas sólo.
5. Una forma segura de ir
por los caminos es poder estar comunicados. Un móvil con GPS
puede servir de ayuda en
momentos de duda o pérdida. Pero, especialmente, será útil en
caso de presentarse
alguna emergencia. Los teléfonos de ayuda y emergencias hay que
tenerlos siempre a mano o
memorizados en el móvil. Por otra parte, la mejor manera de
estar cubierto por un
seguro en caso de accidente en la montaña es federarse, con ello nos
garantizamos una
asistencia plena y sin sobresaltos.
ESTAMOS FELIZMENTE
CONDENADOS A VIVIR NUESTRA VIDA EN LA NATURALEZA,
POR ELLO DEBEMOS
RESPETARLA, POTENCIARLA, GOZARLA, PUES SOMOS PARTE DE ELLA.