viernes, 31 de enero de 2020

BREVE GUIA DEL SENDERISTA RESPONSABLE

BREVE GUÍA DEL SENDERISTA RESPONSABLE

En este mundo en que nos envuelven las tecnologías para todo, no siempre necesarias; en

que somos presos de las necesidades creadas por el mercado, la publicidad y el marketing

para engordar a los Midas del mundo; en que fatalmente somos dirigidos a contribuir al

deterioro de la naturaleza, muchos equilibrios internos y externos se rompen. Y con ello, y

con un trabajo diario muchas veces generador de insatisfacciones y frustraciones, se

acumula mucho estrés en nuestras vidas.

Vivimos prisioneros en las propias mazmorras mentales de las que nosotros somos los

mismos creadores y los guardianes inconscientes. Algo auténtico nos hace falta para

restablecer el equilibrio perdido y recargar las energías.

Simplemente hacer algo físico y sencillo nos alivia de ese peso y contribuye a nuestra salud.

Caminar, caminar, caminar y respirar. Caminar respirando. Abrir nuestras mentes, eso es lo

que nos hace el andar sueltos por senderos en la naturaleza.

Sólo tenemos que ajustar la respiración de un modo natural a lo que requiere el camino

elegido y mantener encendida la llama de la atención en lo que hacemos y vivimos en ese

momento. Gozar de la caminata debe ser el principal objetivo. Disfrutar sin prisas del

paisaje y tener todos los sentidos en lo que nos rodea.

El senderismo se está convirtiendo en una actividad física muy importante para muchas

personas. Sin olvidarnos de los beneficios psicológicos que también los tiene y que son

inseparables de su práctica e igual de importantes.

Hay muchas maneras y momentos de estar en el sendero, de estar en el camino, como

sucede en la vida. Esas maneras se entremezclan y yuxtaponen en la misma persona y en

en el mismo recorrido.

Hay momentos para entregarnos plenamente al camino. El camino nos subyuga y nos

envuelve. Pone en alerta sin esfuerzo todos nuestros sentidos. Gozamos felizmente sin

darnos cuenta. Nos olvidamos por momentos de nosotros mismos.

En otras ocasiones, es la simple actividad física la que ocupa nuestra conciencia. Notamos

el esfuerzo en nuestros músculos y en la respiración, la dificultad o la sencillez del recorrido.

Otras veces, pueden ser las dificultades de muestra vida las que nos hagan recorrer parte

del camino sin darnos cuenta. En esos momentos somos arrebatados del sendero y

llevados a otros lugares por nuestros pensamientos.

Si el pensamiento nos aleja de la ruta, siempre hay que volver a ella. Y de todos modos,

siempre nos quedará disfrutar de la compañía de viejos y nuevos amigos, de iniciar una

improvisada conversación. Compartir cosas elementales y sencillas en el camino airea

nuestro ser y nos liga con los demás.

Una buena manera de empezar a salir a los senderos es hacerlo con un club, que ofrece

actividades organizadas, con itinerarios planificados, y coordinadas y dirigidas por gente

experimentada.

En cualquier caso, hay en cada persona y lugar muchos modos y momentos de practicar

está actividad que siempre se verá enriquecida con otras aportaciones.

Al camino se suman otras cosas, como el interés por hacer turismo, probar la gastronomía,

conocer la historia, la etnografía y la antropología escondidas en tan diversos lugares.

Para practicar el senderismo con garantías para el medio ambiente y para nosotros, hay

unas pautas o razones que tenemos que interiorizar y cultivar aprovechando la actividad.

Tenemos que desarrollar una práctica integrada y respetuosa, pues nosotros también

somos parte del camino y del paisaje. Desde el Club senderista Puerto del viento

proponemos las siguientes:


1. Practicar senderismo es una oportunidad no sólo para desintoxicarse y gozar, sino

también para aprender muchas cosas. Antes de salir es imprescindible planificar lo que

se va a hacer y estar informado de las características de la ruta para no llevarse sorpresas.

Hay que conocer la longitud, las dificultades y desniveles que presenta para saber si es la

ruta adecuada para uno.

También es importante tener en cuenta el tiempo que se va a tardar en recorrerla y la

previsión meteorológica para ese día, con la finalidad de adoptar las medidas pertinentes

relacionadas con ropa, calzado, alimento, etc. Una cosa interesante en cada ruta, porque

aumenta el interés por hacerla, es plantearse qué lugares, sitios o hitos de especial interés

posee: cascadas, miradores, ruinas, grutas, ...


2. Hay que evitar contaminar el paisaje dejando cosas que no son de él. Los espacios

naturales son lugares sagrados en que están en armonía la tierra y el cielo. Nada de

basura, ni siquiera restos de nuestra comida, aunque consideremos que pueden ser

nutrientes, pues no son de allí y no hacen falta en ese ecosistema. Nada de hacer fuego, ni

de hacer acampadas, salvo en los lugares reservados y autorizados para ello.

No dejar ninguna señal de nuestro paso y evitar cualquier deterioro del medio es lo mejor,

teniendo en cuenta la cantidad de personas que nos movemos por los senderos.


3. Respetar el medio natural. Seguir las rutas estipuladas (muchas están señalizadas),

evitando abrir nuevos caminos para acortar terreno, pues genera deterioro. Hay que cerrar

verjas y cercas ya que están colocadas con una finalidad. Evita usar vehículos por las pistas

y caminos, los ruidos, colores y olores impropios también son contaminantes.

Hemos de respetar a los animales y plantas del entorno y no cortar ramas ni flores.

Tampoco se deben recolectar frutos (naranjas, granadas, membrillos, almendras, …) de los

que encontramos por los caminos, pues tienen dueño; y al hacerlo dejamos nuestro sello

depredador y creamos en el perjudicado actitudes contrarias al paso de senderistas. No

arrojar objetos ni sustancias en los cursos de agua, ni en los manantiales y fuentes.

Pensemos en qué pasaría si lo hiciéramos todos. La vida es muy frágil y hay que protegerla.


4. Una cosa muy importante en la práctica del senderismo es el equipo. Hay que utilizar

una ropa cómoda para el movimiento y ajustada a la estación del año y un calzado

adecuado para moverse por el campo. Existen tiendas de ropa específica para lo

diferentes deportes, que no vitiene por qué ser cara y que se ajusta a sus necesidades.

Otros enseres necesarios son una mochila, una gorra, pañuelos de papel y uno o dos

bastones de senderismo. Si se quiere, cámara de foto para inmortalizar momentos.

Es indispensable algo de alimento en función del tiempo que vamos a estar fuera:

bocadillos, frutos secos, barritas energéticas o chocolate y algo de fruta. El agua es algo

que no puede faltar a un senderista para evitar deshidratarse. Por último, es imprescindible

llevar un botiquín básico tanto si vas en grupo, como si vas sólo.


5. Una forma segura de ir por los caminos es poder estar comunicados. Un móvil con GPS

puede servir de ayuda en momentos de duda o pérdida. Pero, especialmente, será útil en

caso de presentarse alguna emergencia. Los teléfonos de ayuda y emergencias hay que

tenerlos siempre a mano o memorizados en el móvil. Por otra parte, la mejor manera de

estar cubierto por un seguro en caso de accidente en la montaña es federarse, con ello nos

garantizamos una asistencia plena y sin sobresaltos.


ESTAMOS FELIZMENTE CONDENADOS A VIVIR NUESTRA VIDA EN LA NATURALEZA,
POR ELLO DEBEMOS RESPETARLA, POTENCIARLA, GOZARLA, PUES SOMOS PARTE DE ELLA.