II DIA DE LAS VIAS PECUARIAS Y CAMINOS PUBLICOS
El día 3 de abril se celebra en España el II Día de las Vías Pecuarias y Caminos Púbicos, está organizado por diversas entidades como Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos (PICP) y Ecologistas en Acción que solicitan la adhesión de cuantas asociaciones y personas tengan interés en el uso, conservación, reivindicación y en general la puesta en valor de los mismos en todos los órdenes.
Desde el Club Deportivo Senderista Puerto del Viento de La Puebla de Cazalla (Sevilla) nos unimos a esta celebración mediante una campaña informativa entre nuestros socios, amigos, colaboradores y público en general, que ayude a conocerlos pues asumimos el convencimiento de que es imposible estimar y favorecer en su justa medida aquello de lo que no se tiene conocimiento. Pretendemos en este sentido potenciar la conciencia social y de las administraciones públicas competentes, en este caso fundamentalmente la municipal, en favor de su preservación como bien patrimonial de primera clase que contribuye a la riqueza natural, etnográfica y económica de la comunidad donde están insertos.
¿Qué son los caminos públicos? Podríamos decir, de acuerdo con la actual legislación vigente, que en una primera aproximación se llaman caminos públicos a aquellos caminos que no son carreteras: son las vías de titularidad o dominio públicos, o sea, vías cuya propiedad pertenece a todos y tienen por finalidad facilitar el tránsito de personas, y en determinadas condiciones de animales y vehículos, para hacer posible cualquier finalidad lícita que persigan y más en concreto el tráfico económico, las labores de mantenimiento y policía de las mismas, así como el uso y disfrute del medio cultural y natural del que dichas vías forman parte o dan acceso.
Precisamente por ser objetos cuya propiedad ostenta una titularidad pública, son tres las características para definirlos: en todos los casos se trata de objetos inalienables, imprescriptibles e inembargable, es decir, gozan de una triple y sólida protección jurídica que garantiza: a) su propiedad o derechos asociados no pueden ser vendidos o cedidos, b) tampoco se pueden extinguir con el paso del tiempo y, por último, c) no pueden ser retenidos por mandamiento judicial a resultas de un procedimiento o juicio.
Tradicionalmente, los caminos públicos, de acuerdo con su capacidad de tránsito por los mismos, han venido recibiendo distintos nombres para su identificación, estos nombres servían también para definir los derechos de paso de sus usuarios ante la eventualidad de posibles conflictos de intereses con los propietarios de las fincas colindantes con dichos caminos, así, entre los caminos públicos se podían distinguir:
a) Caminos carreteros: aquellos cuya anchura permitía el paso de una carreta.
b) Caminos de herradura: aquellos cuya anchura facilitaba su transcurso por una caballería.
c) Sendas: aquellos cuya anchura no excedía la necesaria para facilitar el paso de una persona.
Dentro de este marco general, se viene haciendo tradicionalmente, y en la actualidad sigue vigente, una caracterización inicial que viene distinguiendo entre los caminos públicos propiamente dichos y una clase específica de entre ellos de gran importancia histórica y antropológica como son las llamadas vías pecuarias, también denominadas en Andalucía veredas de carne. Estas son a todos los efectos caminos públicos cuyo fin específico está afecto al transporte de ganados, aunque en la actualidad compaginan, especialmente bien, esa finalidad originaria con otros usos más recientes de orden recreativo, cultural, paisajístico o ecológico.
La importancia histórica de estos caminos pecuarios estriba en que si hoy en España existen unos 125.000 kms de los mismos con una ocupación de casi medio millón de has, se debe a que su origen está en los privilegios reales que desde la Edad Media conceden los monarcas a la Mesta como asociación de ganaderos, entre otros aspectos en importantes derechos de paso en los campos frente a los agricultores. En efecto, durante siglos el único tipo de ganadería existente fue la extensiva y, dados los rasgos físicos y climáticos de la península Ibérica, los ganaderos se veían obligados a recorrer en ocasiones enormes distancias con sus rebaños para proporcionarles los mejores pastos disponibles, pues según las distintas estaciones estos podían crecer en unas zonas u otras, a veces muy alejadas entre sí. Es la llamada gran trashumancia y, en ocasiones, algunos de estos itinerarios, por ejemplo, los que partían del Norte de Castilla, León o Aragón y llegaban hasta Extremadura o Andalucía, podían tener hasta 800 kms.
También había una pequeña trashumancia cuando estos trayectos eran más cortos, tal sucedía en ámbitos territoriales más restringidos como pueden serlo una misma región, por ejemplo entre las Sierras Béticas y el valle del Guadalquivir, o incluso el interior de una misma provincia como en el caso de la de Sevilla entre sus Sierras y la Campiña o la Vega.
Por otro lado, no todas las vías pecuarias eran o son iguales, sino que su diferente tipología admite según la Ley 3/1995, de 23 de marzo, de Vías Pecuarias, a día de hoy la siguiente clasificación en función de su anchura:
a) Las cañadas son aquellas vías cuya anchura no exceda de los 75 mts.
b) Son cordeles, cuando su anchura no sobrepase los 37,5 mts.
c) Veredas son las vías que tienen una anchura no superior a los 20 mts.
Dice también la ley que dichas denominaciones son compatibles con otras de índole consuetudinaria y que los abrevaderos, descansaderos, majadas y demás lugares asociados al tránsito ganadero tendrán la superficie que determine el acto administrativo de clasificación de vías pecuarias. Asimismo, la anchura de las coladas, otro tipo de vía pecuaria de las que tenemos en nuestro término es de 33,43 mts. Según establece la ORDEN de 21 de marzo de 1964 por la que se aprueba la clasificación de las vías pecuarias existentes en el término municipal de Puebla de Cazalla (BOE 21-04-1964).
En resumen, los caminos públicos y específicamente las vías pecuarias, son un importante patrimonio comunitario que es necesario conservar y defender de los abusos de quienes, gracias a la dejadez de las administraciones y los cambios en las formas de vida, se han ido apropiando de los mismos para satisfacer sus intereses egoístas. En La Puebla de Cazalla se ha desarrollado en los últimos años una destacable labor en este sentido, señalizando y poniendo en aprovechamiento distintos caminos y vías, pero no cabe duda que dicho esfuerzo, siendo encomiable, es insuficiente para preservar eficazmente el rico patrimonio de estos espacios que poseemos los morisco y moriscas.
Se necesita una protección integral eficaz que debería pasar en una primera fase por clasificar e inventariar la totalidad de los caminos públicos. En una segunda, que podía ser más progresiva, proceder a su deslindamiento, amojonamiento y documentación y, por fin en la tercera, por su preparación y mantenimiento como recurso importante para el uso y disfrute del conjunto de la población y de aquellos que, viniendo de fuera, deseen conocernos mejor y de camino contribuir a la dinamización de la vida económica local.
A continuación, os ofrecemos para su descarga el croquis de las vías pecuarias de nuestra localidad, confeccionado en 1954 es incorporado como anexo en la documentación del PGOU vigente aprobado inicialmente en 2011. Hay otras clasificaciones de las vías posteriores a la de la fecha del mapa.

